La lámina del Juicio está íntimamente relacionada con la idea de Juicio Final y, por consiguiente, con la de resurrección. La aparición de este arcano implica que el yo personal está siendo sometido a juicio por el yo universal; el hombre sale victorioso de la última gran prueba: la compresión de que, tal y como anuncia el ángel, toda manifestación, todo cambio aparente, procede del juego ilusorio de la mente.
A partir de este punto, la mente consciente y el subconsciente se unifican, iniciando una Nueva Era en la que el espíritu se encarna en el hombre nuevo y verdadero, libre de las limitaciones tanto de la mente como del mundo de los fenómenos materiales, el hombre que recibe la llamada de lo alta hacia el cumplimiento de su destino final.
Por tanto, el arcano del Juicio es el signo de la buena nueva de una mutación profunda por parte del hombre, o de la entrada de éste en una Nueva Era, o la que los Evangelios se refieren como “un cielo nuevo y una nueva tierra”. En una dimensión universal, este arcano implica el cumplimiento de una Era Cósmica completa.
A partir de este punto, la mente consciente y el subconsciente se unifican, iniciando una Nueva Era en la que el espíritu se encarna en el hombre nuevo y verdadero, libre de las limitaciones tanto de la mente como del mundo de los fenómenos materiales, el hombre que recibe la llamada de lo alta hacia el cumplimiento de su destino final.
Por tanto, el arcano del Juicio es el signo de la buena nueva de una mutación profunda por parte del hombre, o de la entrada de éste en una Nueva Era, o la que los Evangelios se refieren como “un cielo nuevo y una nueva tierra”. En una dimensión universal, este arcano implica el cumplimiento de una Era Cósmica completa.
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